Los humanos siempre actuamos movidos por el sentido de nuestras acciones, por el propósito se guian nuestros actos; incluso contrariar ese propósito y seguir el sinsentido no deja de ser un camino paralelo.
Nos sentiremos impelidos a seguir aquello que nos marque una ruta.
Las dos grandes preguntas que nos acompañan de por vida se cuestionan cuál es la dirección de nuestro rumbo:
¿De dónde vengo?
¿Adónde voy?
Fabio Tropea
(Si ya lo decía Bécquer en su Rima LXVI)