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Plaça Catalunya
Estos días de trasteo en casa, abriendo armarios y cajones que habían quedado inactivos, casi en coma, sacando objetos inútiles o encontrando tesoros, me he topado con fotografías antiguas de Barcelona.
Al mirarlas, sencillas y mudas, se apoderaban de mi mente y me llenaban la cabeza de imágenes, de preguntas, de misterios. ¿Quiénes eran los que han quedado inmóviles en esta foto? ¿Qué sentían, qué pensaban? ¿Por qué cayó al suelo este edificio, por qué no ha llegado a mi presente? ¿Qué pasó con este árbol que antes se alzaba majestuoso y ahora se ha borrado del paisaje?
Rambla de les Flors
Mis fotografías, que no son las mismas que ahora cuelgo en este muro, me incitaban a pasear por Barcelona y comparar esos momentos congelados con el bullicio actual. Buscando más información me he topado con Fotos de Barcelona, en la que se pueden encontrar decenas de fotografías antiguas contrapuestas al aspecto que tienen hoy en día esos rincones de la ciudad.
Seguramente no tendrían el mismo efecto en mí si no se trataran de fotografías de lugares por los que paso habitualmente. De todas formas, creo que es hechizante tener la oportunidad de apreciar los cambios, los pequeños detalles que han sobrevivido, la historia que aún está presente.
Via Laietana, tocant Urquinaona
Band of Horses — Older
El sedàs 
Qué habrá sido de las palmeras? Es fascinante, a veces lastimoso sin dejar de serlo por ello; sí, es fascinante contemplar cómo pueden cambiar los escenarios de las historias.
La cultura material tiene un peso muy grande en nuestra vida, más la que nos ha acogido en nuestro entorno, habitat, y hasta en visitas. Doy fe de ello.
Hablando de palmeras: dicen que más de un centenar de ellas están enfermas. ¡Menudo momento eligen para tener dolor de espalda!
Con “cultura material”, ¿a qué te refieres? A la criminal cantidad de cosas que he conseguido reordenar en mi casa o a los espacios físicos en los que nos movemos?
Porque si hablas de lo primero, Mely, no te haces una idea de lo feliz que soy después de haber (re)encontrado esas fotos y después de haberme reconciliado con trozos de pared que hacía siglos que era incapaz de ver. ¡Vivan los trasteros!
Un besazo. ¿Qué tal la lluvia de hoy?