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Es viernes y llega a su fin la primera semana (laboral) de Rajoy como Presidente. Así que aprovecharé para hacer un repaso de mis primeras sensaciones de este nuevo Gobierno y de los años que nos esperan. Obviamente, todo es subjetivo.
Lo primero ha sido leer el BOE y descubrir la modificación en los Ministerios. Me remito a un artículo de Ignacio Escolar y a otro de Rosa Maria Artal para los que quieran saber de dónde salen estos flamantes ministros. Únicamente destacaré que el de Defensa sabe un rato de lo suyo; sabe tanto, que ha trabajado como consejero en una empresa armamentística. La misma que, entre otras maravillas, tenía en su catálogo de productos las bombas de racimo.
Bueno, miento: también diré que el nuevo ministro de Agricultura tendrá en sus manos Medio Ambiente. Es destacable, dado que posee 325.000€ en acciones de petroleras y tiene 7 coches en su garaje. Seguro que es un apasionado de las energías renovables, del transporte público, el reciclaje…
Algo a lamentar, o al menos eso creo: la ciencia queda relegada a una Secretaría, dejando de tener espacio propio como Ministerio. Esto podría parecer poco alarmante, pero lo es. Es alarmante porque en esta crisis económica la única salida que tenemos en España es la de la innovación, la investigación, es decir, pasar a depender de una economía del conocimiento que nos sitúe en el mapa internacional con referentes científicos y tecnológicos, ya sea en parques, institutos, hospitales, fundaciones, centros de investigación… En el blog Scientia , José Manuel López da buenos argumentos para no entrar en pánico pero sí recelar de esta mudanza administrativa de la ciencia.