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A Manuel Fraga Iribarne no ha de juzgarle la Historia, como se ha oído tras su fallecimiento este domingo 15 de enero de 2012. Y es que Fraga merece algo más, merece que sean los ciudadanos quiénes diseccionen su vida y obra, porque ha sido uno de esos personajes políticos de la Historia Española que no merecen caer en olvido. Que no se olvide lo que hizo, lo que permitió, lo que respaldó y lo que pensó es la única manera de evitar que en el futuro vuelva a permitirse que criminales como Fraga permanezcan impunes y sigan siendo intocables hasta su muerte.
No hubo nunca arrepentimiento público porque los problemas de su conciencia Fraga los arreglaba directamente con Dios, y así lo proclamó en sus entrevistas: «Estas cosas», avisaba, «las trato con mi confesor». De Grimau zanjó en El País: «Yo tenía que hacer cosas para hacer posibles otras, y ése fue un caso, pero hubo muchos más, en los que hubo que templar gaitas». (…) Adujo siempre, cuando se lo inquirieron, que él nunca sirvió a una dictadura que hubiese ayudado a crear. Que se encontró con que para hacer política «había que hacerla desde dentro y procurando mejorar las cosas». Por encima de cualquier consideración, fue un adicto al poder. Su gestión quedó marcada por dos lemas y una ley, la de Prensa, que propició cierto aperturismo, le costó el cargo y a la que siempre se refirió cuando tuvo que defender su pasado. Los dos lemas fueron ‘Spain is different’, símbolo de su exitoso paso por el Ministerio de Información y Turismo, y el otrolo profirió cuando la oposición quiso manifestarse el Primero de Mayo y él no daba crédito: «¡La calle es mía!». “O galego que puido ser cura o militar e elixiu ser Fraga” Manuel Jabois (Diario de Pontevedra)

Franco saluda a Fraga
Muere Fraga sin pisar los Tribunales para rendir cuentas por su apoyo a la dictadura de Franco, por las atrocidades cometidas como Ministro de Información y Turismo del gobierno franquista. Para él, “la mejor parte del país fue la que se alzó el 18 de julio”, defendiendo un Golpe de Estado que surgía como reacción inevitable a una República que llevaba el país a la debacle -ni hablar de considerar legítimo ese gobierno votado por el pueblo, menos aún considerar que el Glorioso Alzamiento Nacional fue un crimen contra la democracia. Recuerdos como el de Grimau, Ruano o el 3 de marzo de 1976, fecha de los Sucesos de Vitoria, surgen también como hitos de Manuel Fraga Iribarne. Deja tras de sí frases inolvidables, como algunas que recogen en Galiciaé:
- Sobre Franco, o día da súa morte: ”Un grande home, o máis representativo dos españois do século XX e un dos maiores gobernantes que tivemos na nosa historia”. Co paso do tempo dixo: ”Permaneceu demasiado tempo no poder”
- Sobre os nacionalismos: ”Pódese ser galeguista sen ser nacionalista, que é unha traizón a España e á Constitución”
- Sobre os homosexuais: ”A homosexualidade é unha anomalía e, polo tanto, pasar da persecución que houbo no seu día, que era unha equivocación, ao orgullo gay é outra tremenda equivocación”
Se escapa de la iniciativa argentina para llevarlo a juicio, justo cuando Garzón empieza su pelea por escapar de una condena de prevaricación que eche por tierra todo su trabajo para perseguir los crímenes franquistas. Fraga fallece ensalzado como Padre de la Constitución o Impulsor de la Democracia. Aunque por suerte hay personas que se niegan a dejar que se le lauree por el único mérito de haberse muerto, como Juan Carlos, oyente de Radio Nacional, que no ha querido callarse y ha llamado para poder dar una biografía más contrastada de Manoliño Fraga. En este vídeo puede escucharse su fantástica intervención:
Se va y Mariano Rajoy, actual Presidente del Gobierno, le dedica un texto en el que no cita a Franco ni una sola vez. Debió considerar al redactarlo que aquella etapa de la vida de Fraga era irrelevante, que era innecesario referirse a tiempos pasados. Ya se ve lo poco que les gusta a los de Alianza Popular la Memoria Histórica. Ay no, que se cambiaron el nombre por el Partido Popular -pero a ellos nadie les exigió que condenaran los crímenes del franquismo antes de dejarles entrar en el juego de la Democracia española.