Un riu de gent sense final recorrent Barcelona. Fins quan poden ignorar aquests crits? Fins quan poden fer veure que no ens senten?
Ronda de Sant Pere pleníssima de gent, en poca estona descobreixo que Urquinaona també és plena a vessar. Això explica perquè durant més de dues hores no es mouen els que són vora Plaça Catalunya!
L’emblemàtic símbol de les manifestacions des de fa uns quants mesos: les tisores insaciables
“Nos joden los recortes pero más nos joden los comentarios y las risas de esta panda de cuatreros”
“La majoria absoluta de l’Aznar ens va portar a la guerra de l’Iraq i la de Rajoy a la misèria del franquisme”
“Españoles, Franco ha vuelto”
A Catalunya no oblidem la violència in crescendo que Felip Puig ha instaurat per silenciar les protestes ciutadanes
“Mas, cabró, retalla’t els collons”
Prou retallades a l’Estat del Benestar
La majoria de les fotografies les he fet enfilada a unes bastides de Via Laietana, davant de la plaça Berenguer el Gran. Vaig ser-hi un parell d’hores i el riu de gent semblava no tenir final
Riuada de gent
“¿Somos tontos? Recortes no ayudan, ¡arruinan!”
#laculturanoésunluxe
Més d’una hora i mitja després d’enfilar-me a la bastida davant la plaça de Berenguer el Gran, encara hi havia tota aquesta gentada baixant Via Laietana
En Valencia, la polícia explica que tan sólo “respondió al enemigo”. El enemigo en esta ocasión son estudiantes y menores, son sus padres, sus madres, sus abuelos, son sus vecinos y son sus profesores. El enemigo son chiquillos de instituto y jóvenes universitarios. Por eso la polícia no tiene más remedio que actuar en defensa propia. Está clarísimo. Cualquiera puede entenderlo. Si alguien ve estas imágenes y piensa, casi instantáneamente, “esto es violencia policial”, va errado. Sólo han actuado en defensa propia, porque se encontraban desarmados y desprotegidos frente a una masa de estudiantes, sus familiares y sus profesores, que protestaban porque en Valencia parece que el derecho a la Educación y a una enseñanza de calidad también se ha convertido en un lujo que no está al alcance de los ciudadanos de a pie.
00:00-01:16 “El número de detenidos es incierto. A las seis de la tarde la Delegación del Gobierno hablaba de 14 personas detenidas pero nosotros (TV3) hemos presenciado después de esa hora más detenciones. Son ya 6 horas de alta tensión en el centro de Valencia, la polícia ha cargado muchas veces contra los estudiantes, incluso ha habido agresiones contra algunos viandantes ajenos a todo esto. Nosotros acabamos de presenciar a nuestras espaldas una carga espectacular, los furgones antidisturbios, muchos, han avanzado contra los jóvenes y frenaban justo a sus pies. Hemos escuchado también tres ráfagas al aire. Esto está pasando en el centro de Valencia, detrás del Institut Lluís Vives, dónde los estudiantes se han reagrupado después de una tarde de persecuciones, la polícia con la porra en la mano. La Delegación del Gobierno habla de jóvenes que buscan violencia, de encapuchados. Nosotros no hemos presenciado ninguna persona que fuera encapuchada. Tan sólo eran jóvenes, menores, muy jóvenes, recordemos que son jóvenes estudiantes de Secundaria y de Bachiller que se encaran con indignación con la polícia porque no entienden por qué no les dejan manifestarse pacíficamente.”
Siento ganas de llorar. De rabia. De impotencia. De dolor. De indignación. De incredulidad. Siento ganas de llorar porque ingenuamente creí que esta violencia policial, esta brutal represión, no regresaría a nuestro país. Que no tendría cabida ni justificación posible en nuestra democracia. Y sin embargo, queda impune. En Sol y en Plaça Catalunya, en Valencia, ¿dónde más? ¿Qué es lo que va tan espantosamente mal dentro de nuestros cuerpos de polícia?
La protesta estudiantil se extiende a las facultades de Valencia - El País
Catorce detenidos y cuatro heridos en las protestas estudiantiles en Valencia - La Información
La policia custodia a un detenido durante los incidentes entre estudiantes y policias registrados hoy en el centro de Valencia - EFE
Una joven es golpeada por la policía, que no ha dudado en utilizar las porras para dispersar a los estudiantes en el centro de Valencia - Público
Un grupo de viandantes se enfrenta a los agentes antidisturbios - EFE
Y mañana seguirá corriendo la sangre de los que gritan en la #primaveravalenciana
A pesar de la propaganda, de las mentiras sobre los sueldos de los liberados y del ataque permanente contra los sindicatos, las masivas manifestaciones de ayer fueron un éxito: cientos de miles de personas dejaron claro en la calle que no van a rendirse sin más, que no van a permitir en silencio que el Gobierno de Rajoy pisotee sus derechos. Desde el Partido Popular y sus medios afines ya están restando importancia a la protesta del domingo. Se equivocan. Si la primera gran movilización ciudadana contra el decretazo le parece al PP y a sus mariachis pequeña, irrelevante, irresponsable, rencorosa o trasnochada, que esperen unos cuantos meses. Bastará con que los verdaderos efectos de la reforma laboral se hagan patentes –más paro, despidos de oferta y sueldos aún más baratos– para que las protestas que vengan después hagan que el 19-F parezca una simple broma.
Actualización 20 febrero 2012 23h
Contra la reforma laboral — Manifestació Barcelona #19F
Les protestes del #globalcamp i de la #spanishrevolution han canviat les preguntes que una campanya electoral suscita. La ciutadania no es pregunta “qui ens governarà demà?” sinó “demà seguiran en peu els campaments que han nascut arreu del país?”.
La ciutadania ha vist que les acampades -siguin multitudinàries com la #acampadasol i #acampadabcn o més humils, siguin nacionals o internacionals-, han posat a peu de carrer reivindicacions que la situació política, social i econòmica obliguen a defensar. A defensar-les, principalment, contra banquers i polítics, contra els poders que abans de la crisi econòmica van jugar amb el foc de l’especulació i van acabar cremant països sencers.
Això són les acampades, gent amb voluntat de canvi, de transformació d’un sistema que no compleix els requisits
Os deseo a todos, a cada uno de vosotros, que tengáis vuestro motivo de
indignación. Es algo precioso. Cuando algo nos indigna, como a mí me indignó
el nazismo, nos volvemos militantes, fuertes y comprometidos.
Stephane Hessel ¡Indignaos!