Etiquetes
Sucede de repente. El cuerpo está quieto, vertical, de pie o sentado. Y el mundo gira, mientras permanece la inmovilidad inalterada. La perspectiva cambia, incluso sientes la gravedad tirando de ti, tirando del cabello que cae en una dirección imposible según las leyes de la física.
El peso arrancándote del suelo, alzándote en vuelo, casi tienes que clavar los pies, las puntas de los dedos hundidas en la tierra, para evitar que salgas flotando, porque el mundo ha girado. Auténtica conciencia de la esfericidad de este planeta, íntima desconexión del marco y el contexto.
Caes al aire porque no hay otra posibilidad, la caída es hacia arriba, hacia las nubes o las ramas de los árboles. Caes porque hay algo natural en este descenso volteado, algo correcto en sentir que el cuerpo sigue las sendas por las que pasea tu mente.
El sedàs 