La Huelga General del 29M no podía llegar en un contexto más adecuado. A diario los gobiernos del PP y de CiU afilan las tijeras para decidir qué derechos laborales y sociales recortarán a continuación. La pérdida de dignidad es desoladora. Al mismo tiempo, los resultados de las autonómicas asturianas y andaluzas son el primer toque de atención contra la marea azul que inunda el Estado, la primera tarjeta amarilla contra Rajoy cuando parecía que tenían impunidad absoluta para hacer y deshacer, contradiciendo uno tras otro los puntos que presentaba en su programa electoral –no subir impuestos, no abaratar el despido…
Durante el gobierno de Zapatero se hacía evidente una falta de hoja de ruta para contratacar las embestidas del catacrack económico mundial. La crisis econónomica, que se veía venir a pesar de que nadie sabía bien cuál sería el tamaño el desastre, rompe en seco las medidas progresistas que se desarrollaron –con mayor o menor acierto, pero progresistas, a pesar de que muchas cosas quedaron pendientes. Sea como esa, hemos fallado a la hora de decir hacia dónde queremos ir –porque España, en conjunto, no comparte un camino, un proyecto que anteponga unos valores comunes a las diferencias territoriales y la diversidad que nos caracterizan.
Ahora, en cambio, la situación se está enrareciendo a marchas forzadas. Todo desprende un olor a podrido que marea, tambalea todo aquello que dábamos por supuesto: tambalean los derechos sociales, tambalean los derechos laborales y tambalea el futuro de una clase media y baja que día a día pierde un poco más su libertat. Y esto, nos une.
Hay muchas razones para hacer huelga. Personalmente, no participo en los sindicatos, pero sí hago militancia política y me esfuerzo por implicarme en la situación que estamos viviendo, aunque tan solo sea escribiendo sobre ello en este blog y compartiendo la información que pueda recoger sobre las vicisitudes que estamos pasando. Pero mañana haré huelga, porque tengo muchos motivos para hacerla. La Huelga General del 29M no es una huelga de sindicatos, de sectores económicos o de partidos políticos: es una huelga plenamente ciudadana. Una huelga de los que formamos el tejido democrático –no nos olvidemos, la democracia la marcamos los ciudadanos, somos nosotros los que permitimos las desviaciones de nuestros gobiernos.
La Huelga General del 29M es una forma de empezar a marcar nosotros la hoja de ruta que queremos seguir. Las limitaciones a lo que la Moncloa y compañía pueden hacer. La línea roja que no queremos traspasar. Mañana haré huelga, porque quiero decir bien alto a los que nos gobiernan y a los partidos de la oposición que ahora, más que nunca, exigiremos que cumplan con su tarea: trabajar para el ciudadano, por los intereses del pueblo, sin aceptar las coacciones de los mercados y sin permitir que los corruptos continúen ocupando cargos públicos. Éstas son mis demandas para mañana en la manifestación contra la reforma laboral del jueves 29 de marzo de 2012.
Si queréis leer más motivos: Perquè dic que NO a la reforma laboral.
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