Necessity, the tirant’s plea

John Milton

La muerte de un dictador suele ser apacible, excepto cuando a los estados vecinos, ésos que lo respaldaban y alababan su buen hacer democrático, les sale más rentable expoliar el país que mantener el status quo dictatorial. Por poner un ejemplo inocente, hablemos de petróleo.

Pero si no se da el caso y el dictador sigue las reglas del buen hacer en política internacional, muere sin pagar las cuentas por saldar. Sin responder por sus crímenes. Sin expiar el daño causado.

Muere dejando el país en manos de su hijo, al que han adiestrado desde pequeño para ser el siguiente querido líder, el siguiente amo y señor del destino de los norcoreanos. Los mismos que mueren de hambre y hoy han llorado al chinaehaneun jidoja que los abandona.

60 años de conflicto. ¿Cuántos más quedan por venir?
¿Servirá para algo la reacción de la ONU?

Arcade Fire — Rebellion (Lies)